El designado ministro de Defensa de Venezuela, general Henry Rangel Silva, ha dicho que el país ha logrado romper el cerco de "dependencia tecnológica" de las potencias mundiales en armamentos y ha asegurado su soberanía con equipamiento adquirido a China, Rusia y España.
"Hemos logrado adquirir equipos para mantener y para asegurar la soberanía aérea, la soberanía naval y la soberanía terrestre con equipamiento de origen chino, con equipamiento de origen ruso", destacó Rangel Silva, quien fue designado la semana pasada y asumirá el próximo 16 de enero, en declaraciones a la cadena Unión Radio. Señaló que lograron "romper aquel cerco" que quisieron imponer "de la dependencia tecnológica de las potencias mundiales en armamentos".
Indicó que el país cuenta con "extraordinarios sistemas de armas" procedentes de Rusia, así como una flota naval que están renovando con naves provenientes de España. Aclaró que Venezuela es "un país y una nación pacífica" y que tiene una "Fuerza Armada con una vocación pacífica". "Pero tenemos la necesidad de mantener una operatividad, de mantener sistemas de armas que se convierten en elementos disuasivos ante cualquier pretensión", añadió, sin precisar mayores detalles.
Venezuela se ha quejado de estar sometido a un "embargo" por parte de EE.UU. que le impide la compra de material militar, así como para la venta de repuestos y piezas de recambio para la flota de aviones F16 y para los Hércules. En ese contexto, Rangel Silva indicó que los F16 "no han llegado todavía a la condición de chatarra" gracias al "ingenio" de los técnicos, pilotos e ingenieros aeronáuticos del país.
"Es un duro golpe de quienes nos vendieron esos equipos, porque los que nos bloquean son los que en un momento anterior ganaron bastante dólares vendiendo esos equipos", apuntó. En abril del año pasado, la corporación estatal rusa para la exportación de armamento, Rosoboronexport, reveló en Moscú que Venezuela ha comprado casi 11.000 millones de dólares en armas a Rusia en el último lustro.
Además, Venezuela y España firmaron en noviembre de 2005 un convenio por el cual se contrataba a Navantia para construir ocho buques. Consultado sobre la posibilidad de que Venezuela se repita un golpe de Estado como el que derrocó brevemente al presidente Hugo Chávez en abril de 2002, el jefe militar lo descartó al indicar que "el pueblo está dentro los cuarteles y los cuarteles están en el pueblo".
"Es difícil que se repita una situación como esa, porque nosotros dentro de la Fuerza Armada hemos tenido la amarga experiencia del 11 de abril, de esos generales que violaron la Constitución, la amarga experiencia del ridículo que hicieron oficiales generales en la plaza Altamira a finales de ese año 2002", afirmó.
Chávez fue derrocado durante casi 48 horas en aquella fecha después de que manifestantes de oposición que se dirigían a la sede del Gobierno para pedir la salida del presidente fueran atacados, al igual que los simpatizantes del mandatario, por francotiradores y policías metropolitanos, que mataron a 19 personas. Miembros del alto mando militar invocaron esas muertes para desconocer la autoridad de Chávez mediante una declaración que fue grabada, según se supo después, cuando todavía no había empezado la matanza.
Poco después del fallido golpe de Estado, un centenar de militares se atrincheró en esa plaza del acomodado este de Caracas, en un acto de rebeldía que se diluyó progresivamente y cuyos protagonistas buscaron luego asilo en Estados Unidos.
No comments:
Post a Comment