El gobierno Santos publicó, a través del Ministerio de Defensa, a finales de 2010 el Informe de los 100 días en seguridad y defensa y las prioridades para 2011. Dentro de lo realizado, que sin duda es positivo y que es conocido, se destacan las operaciones contra las Farc, Sodoma -donde murió Jorge Briceño, conocido como 'Mono Jojoy'- y la Operación Fortaleza -contra el Frente 48 en el Putumayo, donde murió 'Domingo Biojó'- y la operación contra el narcotráfico Cuenca del Pacífico -donde fueron golpeados los negocios del llamado 'Loco Barrera'- y contra las Bandas Criminales, la Operación Resplandor -donde fueron capturados 34 miembros de 'Los Urabeños'- y la Operación Río Grande -donde fueron capturados 24 integrantes de 'Los Rastrojos'-.
A los resultados anteriores habría que añadirle la muerte del jefe neoparamilitar conocido como alias 'Cuchillo' al final del año, como operaciones exitosas destacables. Centrémonos en las prioridades que propone el documento para 2011 -que están en concordancia con lo planteado en el borrador del Plan de Desarrollo del Gobierno Santos- y que se resumen así: 1) consolidar la seguridad y la lucha contra los Grupos Armados Ilegales GAI -aquí se incluyen Farc, Eln y Bandas Criminales-; 2) seguridad para la prosperidad -plan especial para protección de las locomotoras de la prosperidad y un plan de protección de la biodiversidad-; 3) lucha contra las drogas; 4) garantizar la seguridad y defensa nacional; 5) asegurar la seguridad y convivencia ciudadana; 6) modernización del sector Defensa y Seguridad.
Destacamos lo relativo al punto de garantizar la seguridad y defensa nacional, al respecto se espera: I) mantener y actualizar las capacidades estratégicas de la Nación; II) rediseñar la estructura de Fuerza para enfrentar las amenazas de manera eficiente -Fuerzas Militares 2020-; III) diseñar Plan Fronteras; IV) acordar Protocolos para atención de desastres con estándares internacionales. No hay duda que aquí lo de mayor impacto, en la medida en que tiene que ver con la lucha contra los grupos guerrilleros y las Bandas Criminales, es el rediseño de la estructura de la Fuerza Pública; es claro que hoy día, por los avances en inteligencia y en capacidad aérea, las guerrillas solo pueden hacer acciones de hostigamiento -uso de minados y francotiradores-, por lo tanto la respuesta parece ser crear unidades especiales de contrainsurgencia más que grandes unidades militares -batallones, brigadas o divisiones-. Es decir, cada vez más acercarse a la movilidad, densidad en el mayor espacio del territorio e inteligencia.
Pero esto en lo militar debe estar acompañado con hacer realidad las respuestas políticas expresadas en la Ley de víctimas del conflicto y restitución de tierras.
Y respecto del punto de asegurar la seguridad y convivencia ciudadana, lo previsto es: I) reducir, neutralizar y controlar los riesgos de la ocurrencia de delitos; II) recuperar, mantener y mejorar las condiciones de seguridad y convivencia ciudadana a través del fortalecimiento de la Policía Nacional; III) ampliar el programa Redes; IV) incrementar el apego y adhesión de los ciudadanos a una cultura ciudadana basada en la apropiación y respeto de las normas de convivencia. Este que es un aspecto muy sensible que afecta la seguridad cotidiana de la mayoría de los colombianos, debe enfatizar en el desarrollo de inteligencia policial para prevenir la delincuencia urbana, tanto la organizada como la esporádica y reforzar las estrategias de la Policía Nacional que ya vienen dando resultados, pero sobre todo hacer un énfasis en una cultura ciudadana que rechaza la violencia y que promueve una solución dialogada de conflictos y el respeto a la autoridad -autoridad que debe hacerse merecedora de ese respeto ciudadano, por su comportamiento-.
Y por supuesto, una fuerte política social de apoyo a los más pobres y excluidos y especialmente generadora de empleo para los colombianos.
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