Toda Colombia sabe que el reinsertado León Valencia reemplazó a Alfredo Rangel en sus análisis sobre conflicto armado colombiano, porque maquilla mejor que Rangel los datos que le suministra la Inteligencia Militar y a menor precio en dólares, los presenta como “neutrales”, objetivos y creíbles.
En el último informe de diciembre del 2010, en la página 46 “analiza” lo que todo el mundo sabía desde hace muchos años, sobre la alianza abierta el Narco Paramilitar apodado Cuchillo con el Ejercito de Colombia para combatir a las Farc, alianza que viene desde cuando este trabajaba con Gacha y Carlos Castaño y después de la muerte de los hermanos Castaño, cómo es destinado por la División de Villavicencio a los Llanos Orientales, a que sirviera de muro de contención contra el bloque Oriental de las Farc y organizara el Cartel del Oriente colombiano.
Por esta razón, por haberse abierto del cartel de Medellín y haber degollado a Arroyare que se le atravesó en la misión militar asignada; es que el Capo Álvaro Uribe Vélez, “pregunta públicamente el 1 de noviembre de 2008, al comandante de la IV división de Villavicencio si es capaz de capturar a Cuchillo y al loco Barrera o los está protegiendo”.
Pregunta que quedó sin respuesta dos años, a pesar de que todo el mundo, especialmente su rival el general Coca Naranjo, sabía dónde se encontraba el Narco Paramilitar y conocía de todos los anillos de protección que el Ejercito le brindaba, y por eso ahora, el mejor policía del mundo para justificarse le dice al periódico el Tiempo que Cuchillo tenía una red de contrainteligencia muy grande y sofisticada que lo protegía, y es ahora y no antes, cuando le llegan al campamento a Cuchillo, lo pillan cagado de la borrachera y lo tiran al río para que se ahogue, callándolo para siempre y presentando esa muerte como una operación súper planificada en la lucha contra el narcotráfico.
Si el general Naranjo aliado irremplazable y brazo armado de Uribe Vélez quiere luchar contra el narcotráfico ¿por qué no acaba con su hermano y sus familiares? Claro que no. Porque de lo que se trataba era de quitarle un testigo, que si sabía demasiado sobre las actividades de su socio Uribe Vélez, que pudiera declarar en la Corte Penal Internacional, que cada día se acerca más al Capo antioqueño.
Muerto Pedro Juan Moreno y los hermanos Castaño. Extraditados los demás socios como Mancuso, Don Berna y Jorge 40 y asilada María del Pilar en Panamá, una de las últimas fichas que quedaban sueltas era Cuchillo. Así la miserable muerte de Cuchillo sirvió para dos mandados: 1 Callar para siempre un testigo contra Uribe Vélez y 2 mostrar grandes triunfos periodísticos del mejor policía del mundo en su lucha contra el narcotráfico, mientras de paso el Cartel de Medellín y los Uribeños recuperan el control en los Llanos Orientales. “Operación Redonda” la debieran llamar.
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